VENERABLE DOROTEO HERNÁNDEZ VERA17/06/2019

Nuestro Centro, el Hernández Vera, está de enhorabuena y no es para menos. Nuestro fundador, Doroteo Hernández Vera, ha sido nombrado "Venerable". Éste es el primer título que la Iglesia Católica concede a las personas en proceso de canonización. En la Iglesia Católica, un cristiano es declarado "Venerable" cuando se demuestra, durante su proceso de beatificación, que ha tenido una vida conforme al evangelio y el Papa reconoce sus "virtudes heroicas". Este es el paso previo a que sea reconocido como beato, si existe un milagro comprobado.

Doroteo Hernández Vera fue un sacerdote que fundó el Instituto Secular de la Cruzada Evangélica (Titularidad de nuestro Centro) en Cantabria, en plena Guerra Civil española. Su vida sobresalió por su carácter humilde y por el rendimiento que supo sacar de su ministerio en favor de los necesitados. La fundación de la Cruzada Evangélica fue en unos momentos muy difíciles para la población civil, en 1937, en plena contienda. Eran tiempos duros para las clases más necesitadas y Hernández Vera enfocó toda su energía en ayudarles.

En Santander su labor fue muy fecunda pero no limitó su dedicación a la capital cántabra: después de la guerra, viendo cómo había quedado toda España, quiso fundar varios colegios y residencias. Además, fue capellán de la prisión provincial, asesor de sindicatos, predicador, misionero popular y colaborador religioso de El Diario Montañés. Fuera de Cantabria, fundó colegios para la gente sin recursos; un ejemplo de ello es la casa para madres solteras en Salamanca que acogía a madres que habían quedado embarazadas y por algún motivo no tenían una ayuda; también la guardería de Madrid y otra casa en Sevilla. Puso en marcha el Albergue de la Merced para reclusas y, posteriormente, la Obra Social Asunción Sánchez en Coslada (Madrid). En su trabajo, en favor de la caridad, figura la apertura de guarderías, dispensarios y hogares de ancianos y su campo de actividad lo culmina creando misiones en Bolivia, Perú y Zaire.

Murió en Coslada el 6 de noviembre de 1991. Sus restos descansan en la capilla del Centro "Asunción Sánchez" de Coslada. El 12 de junio de 2004 se llevó a cabo la clausura del Proceso diocesano de la Causa de Canonización del Siervo de Dios Doroteo Hernández Vera.


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